A estas alturas del partido, casi un mes después de hacer oficial el estado de emergencia y el toque de queda en Perú para evitar la expansión del Coronavirus, muchas personas ya están empezando a sentir la pegada.
Y no necesariamente por la expansión del Covid-19, sino por lo que entre las personas que nos encontramos confinadas comienza a surgir.
Ya me están llegando comentarios y noticias de personas que empiezan a padecer ataques de pánico, ansiedad, claustrofobia, entre otras cosas.
Yo nomas entre ayer y hoy tuve una sensación un poco extraña por no poder salir de casa, me comencé a estresar un poco y me dio un pequeño dolor de cabeza que a Dios gracias con un poco de actividad física y distracción logré superar.
El punto está en que el chupo va a empezar a estallar en cualquier momento, y es que en situaciones inéditas como esta que nos descentra completamente es donde empieza a aflorar nuestro lado más oscuro, nuestra vulnerabilidad, aquello que nos hemos esforzado por tapar por años, y ya venía hablando de ello en mis canciones y artículos pasados.
Sinceramente yo temo por las personas que aún no se han hecho conscientes de que nada volverá a ser como antes, es decir, el coronavirus marcará un antes y un después en la humanidad, no lo digo yo, muchos ya están hablando de ello y de cómo afectará en la sociedad, la economía global y el sistema en general que ya está dando manotazos de ahogado, pues quiera o no terminará desplomándose por completo.
Mas no se trata de alarmar a las personas, sino de hacer un llamado de atención al despertar de consciencia.
En este tiempo empezarán a salir tal vez muchos trapos al aire dentro de casa, pues la gente no ha estado acostumbrada a mirarse las caras y ver su verdad durante tanto tiempo.
Muchos querrán escapar y Dios no lo quiera empiecen a suceder tragedias que nada tengan que ver con el coronavirus.
¡Este es un llamado de alerta! Si tu sombra y lo peor de ti ha de salir ¡Que salga! No te escandalices de ello ni de la sombra del otro, seamos tolerantes, si hay cosas que solucionar conversemos, seamos conscientes que no todo será peace and love, felicidad, jugar con los hijos o conversar con los padres.
Una verdadera convivencia como la que nos están obligando a vivir sin duda alguna traerá conflictos, ya sea de unos con otros o inclusive de cada quién consigo mismo.
No pasa nada, no temer, este tiempo es para aprender a ser humanos, a hacernos conscientes y a abrazar nuestros lados más oscuros, vulnerables y así poder amar la sombra del otro, evitando los juicios y actitudes extremas de condena.
Sin duda alguna este es un tiempo para aprender a amarnos los unos a los otros, pero amar en su total dimensión, no en lo que el mundo hasta hoy nos hizo creer que esto significa.
¡Ánimo! Estamos juntos en esto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario